En la platica “Learning styles & the importance of critical self-reflection” de Tesia Marshik en TEDx , expone lo siguiente:
- Hay algunas versiones, bueno, muchas versiones, de estilos de aprendizaje.
- La mala noticia es que si uno cree en los estilos de aprendizaje está equivocado.
- La buena noticia es que no es culpa propia., creer en dichos estilos suena muy lógico, muy real.
- Cuando preguntamos a estudiantes y profesores vemos que el 90 %, o más del 90 %, de la gente cree que tiene un estilo de aprendizaje.
- Pero la clave está al ponerlos a prueba, los estos estilos no existen; no hay ninguna diferencia.
- Hay que decir que al preguntar a la gente muchos tienen sus preferencias a algún estilo de aprendizaje.
- Entonces comprobamos si enseñándoles de una manera produce mejor resultado que otra. Por ejemplo, digamos que tengo una lista de palabras a memorizar. Si los estilos de aprendizaje existieran realmente sería de esperar que los denominados aprendices visuales pudieran recordar más palabras al verlas, ya sea al ver la lista de palabras o al ver las imágenes. También sería de esperar que los denominados aprendices auditivos tuvieran mejor resultado escuchando la lista de palabras, pero nos encontramos con que aprenden lo mismo. El número de palabras recordadas es exactamente igual, sin importar cómo se presente el contenido. De hecho, ha habido varios meta-análisis donde se han revisado las investigaciones en este tema en los últimos 40 años y en todos se ha sacado la misma conclusión: no hay ninguna evidencia de que adaptar el estilo de enseñanza a los supuestos estilos de aprendizaje o preferencias de los estudiantes marque alguna diferencia.
- Pero del mismo modo que la gente tiene preferencias, algunos de ustedes pueden tener mejores recuerdos visuales, o mejores recuerdos auditivos, o más habilidad para procesar lo que oyen en comparación a otros, y eso puede ser una ventaja en ciertas tareas.
- La mayoría de lo aprendido en clase es mucho más conceptual, basado en su significado.
- Para retener la información, tenemos que organizarla de manera que tenga sentido. Hay muchas investigaciones que apoyan la idea de que la mayoría de lo aprendido se almacena como significado, y no de acuerdo a imágenes o sonidos.
- Chase y Simon estaban interesados en la habilidad de jugadores de ajedrez para recordar imágenes de partidas en marcha. Lo que hicieron es mostrar a los jugadores (novatos y expertos) imágenes de una partida por un periodo breve, luego pidieron a los jugadores recordar las posiciones de las piezas en dicha imagen. Y encontraron una gran diferencia entre jugadores novatos y expertos. Siendo 4 piezas para los primeros y más 20 para los expertos. Era porque los jugadores expertos tenían más experiencia en el juego y más conocimiento, es decir, el tablero tenía más sentido para ellos. Y para dar más fuerza a esta idea hicieron un seguimiento al estudio. En él mostraron a los jugadores de ajedrez imágenes de tableros con piezas colocadas aleatoriamente. Cuando es aleatorio los expertos ya no tienen ventaja para recordar piezas, porque no tiene sentido para ellos. Como las posiciones del segundo tablero no tienen ningún sentido han perdido la ventaja, lo que de nuevo muestra más evidencia de que almacenamos la información en base a su significado y no de acuerdo a un modo sensorial. Este hallazgo se ha extendido a diferentes contextos, desde el ajedrez al baloncesto, pasando por la programación o la danza.
- Almacenamos la información como significado, no limitada a un modo sensorial concreto.
- Otra razón de que estos estilos de aprendizaje no tengan éxito es que la mejor manera de enseñar o aprender algo depende en realidad de lo que queremos aprender. Depende del contenido en sí mismo. Ahora, si quisiera que aprendieran la fisionomía de diversas aves la mejor manera de enseñar eso es mostrar fotos de las aves o mostrarlas en la vida real. Pero esto es cierto para todo el mundo, no solo porque sean aprendices visuales. Así mismo, si quiero que recuerden como suenan, o que puedan distinguir entre cantos de distintos pájaros, dejarles oírlos sería la mejor manera.
- No podemos permitirnos malgastar tiempo y recursos tratando de promover los estilos de aprendizaje cuando no hay evidencia de que ayuden a aprender.
- La idea de que los estilos de aprendizaje no existen, en cierto modo, debería ser una buena noticia, porque significa que todos podemos aprender de varias maneras.
- Cuando enseño esto en mis clases, e incluso cuando hablo con otros profesionales y colegas, la primera reacción que obtengo es normalmente la sorpresa de que algo tan común y tan extendido no sea cierto. A la gente no le gusta estar equivocada y cambiar una creencia cuesta mucho, especialmente cuando es una creencia mantenida durante mucho tiempo o que es esencial para tu identidad. Pero es muy importante que estemos dispuestos a bajar la guardia alguna vez y desafiar nuestras creencias, y considerar otras perspectivas o ideas diferentes.
Entonces…
En realidad, los estilos de aprendizajes que tradicionalmente se manejan (visual, auditivo y kinestésico) en sí son CANALES DE APRENDIZAJE, y deben ser utilizados de acuerdo al contenido o habilidad a desarrollar, un mapa es de suma importancia para localizar continentes o países, en cambio, para la enseñanza o aprendizaje de idiomas no podemos concebir una correcta pronunciación sin escuchar previamente la correcta articulación.
Comprender para poder obtener el significado de lo que se quiere aprender, a partir de los conocimientos previos es lo que promueve que la memoria adquiera dicho conocimiento para que cuando sea necesario poder acceder al aprendizaje, esto depende más de la manera en la que procesamos la información. Y estas formas de procesar la información son los ESTILOS DE APRENDIZAJE. Tomando el Modelo de Felder-Silverman serían: sensorial o intuitiva, visual o verbal, activo o reflexivo, secuencial o global. Aunque existen diversos modelos o teorías.
Una idea sobre “Los estilos de aprendizaje: Visual, auditivo y kinestésico ¡NO EXISTEN!”